lunes, 31 de marzo de 2014

Perder el Norte...




Friedrich Nietzsche hablaba sobre captar en lo que se ha escrito el síntoma de lo que se ha callado y yo podría hasta acariciar con mis propias manos silencios con  tal vida propia que  capaces son de ocultar verdaderos paraísos y tórridos infiernos haciéndolos todo uno  mientras gritan ahogados hermosas promesas a un ídolo completamente sordo.
Existen instantes en los que todo se paraliza y uno no le encuentra de repente explicación lógica a ninguna cosa ya.Uno puede estar sentado en cualquier sillón y a la vez dando volteretas por el aire;se puede simular y hasta hacer creer al Mundo entero que nada nos importa mientras cualquier nimiedad parece de repente cobrar significado por sí sola;puede uno hacer mutis por el foro mientras su mente rebosa de ideas;decir esto y pensar aquello...¡Todo es posible entonces cuando ya nada lo parece!
Pura contradicción : Lo que en su día resultaba gracioso,se torna aburrido súbitamente;el más absoluto cansancio muta a la más incondicional energía.
Cualquier simpleza es ávida a convertirse en un acontecimiento fascinante a la par que en una pura catástrofe.
No sabe aquel,si debería mudarse bien lejos o quedarse allí ya para siempre.
Es ser consciente de que estás haciendo el ridículo pero tenerle un infinito apego a la mascara de payaso o ser un niño una vez más y cruzarte de brazos realmente obstinado mientras te ofrecen toda clase de presentes en tu fiesta de cumpleaños porque tú lo que quieres es aquella galleta : Ni el robot asesino,ni la tarta gigante ni mucho menos al simpático mago ahora mismo asediado por medio centenar de criaturas indómitas persiguiendole embelesadas.
Si por un momento supiste al leerme,mi apreciado seguidor,de lo que insinúo a través de estos renglones a caballo entre la total discreción y la más descabellada insensatez,entonces deberías estar ya poniéndote en lo peor...o quizás en lo mejor,nunca se sabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario