martes, 8 de abril de 2014

Todas las puertas que tiene mi corazón...



Creo que el corazón está lleno de puertas y que cada persona importante en tu vida tiene en él asignada la suya : Ahí guardas lo que sientes por ellos porque quieres que eso nunca se pierda...sino ¿Para qué les ibas a dar el privilegio de regalarles su propia parcela dentro de tus sentimientos?

Sin embargo, a veces veras como algunos de aquellos que una vez fueron valiosos para ti, comienzan con la provocadora broma de las pataditas en el portón de entrada...al principio, hasta te harán sentir un ligero cosquilleo tremendamente estimulante en tus entrañas y te recordarán que no sólo se trata de asignar vivienda a los demás en semejante órgano, dejarlos allí tras la fachada y ya ...

Otros, insatisfechos con este tipo de pequeñas "inocentadas" decidirán ir más allá y terminarán por destruir el hermoso descansillo que tú les habías decorado solo para ellos, a fuerza de patada limpia.

Los habrá que con pequeños pero innumerables golpes serán tan letales o más que los forzudos del sólo y único porrazo.

Puede que hayan conseguido su vivienda en tu amoroso sistema al mes de conocerte y ésta será igual de valiosa que la de aquellos que finalmente la lograron tras pujar años y años por ese tipo de alquiler de días, temporadas y hasta con opción a compra que tú sólo puedes entregar cuando es de todo corazón.

Lleven poco o mucho ahí dentro, va a doler, te lo aseguro : Tirar una puerta abajo, hacerla trizas ...no es tan juego de niños cuando se trata de Amor.

Lo malo del tema es que puedes equivocarte mil veces y que pondrás mil y un pisos a individuos que lo único que se merecen es que lo que les pongan sea una denuncia por desacato...pintarás una pared con toda tu ilusión mientras que ellos mean en la contigua y que desastroso queda cualquier derribo, que feo huelen las casas abandonadas, que mal sienta decir buenos días con tu mejor sonrisa y que nadie te conteste en el ascensor.

Lo bueno es que existen las reformas y que, aunque a veces lleven una eternidad, siempre merecen la pena. Si lo piensas, es una suerte que te hayan roto unas cuantas ventanas por aquí y por allá, porque eso solo hace que entre aire puro y que se vaya toda la mierda acumulada de ahí dentro.

Ya no tendrás que decir buenas palabras a los necios, ni poner la otra mejilla...tus buenas palabras guárdatelas para ti y tus mejillas, que aún, a pesar de todo, siguen con esa capacidad de sentir calor en Invierno, procura que la próxima vez se acerquen a alguien de verdad : A alguien que sepa valorarte, que este contento en tu confortable casa aunque de vez en cuando tenga goteras y que no te deje en la estacada por un piso mas nuevo y bonito, que seguramente ( y ojala) tenga mal los cimientos; a alguien que te seque las lagrimas, que las vea antes de que salgan, al igual que tus palabras; alguien que ponga rampas con barandilla en tu portal para que ya nunca más vuelvas a resbalar...

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