Cuando duermo puedo soñar que te vas a quedar para siempre…tú,tan
magnético.
Nunca hubiera calificado así a ninguna de las personas que
han pasado por mi vida...magnético…eso
solo tú, mi cielo y mi infierno.
Tu piel tenía aquel atractivo candor que jamás volveré a
notar junto a mi pero no solo era tu piel…era tu alma desgarrada,eran tus
ojos,era todo el dolor y la pasión que había en ti y que me confesabas con tu
aura sin hablarme,sin conocerme,sin que yo llegara nunca a conocerte tampoco
del todo.
No te dejaste,no querías enseñarme toda aquella oscuridad
por miedo a que me engullera contigo.
Puedo imaginar que conseguiste escapar de todo aquel mal que te
hicieron y que te dejaste ayudar,que juntos pudimos con ello,que lo
superamos,que no estoy llorando mientras escribo ya sin esperanza alguna…
Pero ocurrió que tu oscuridad me lleno de dudas y de sufrimiento
y que tu ausencia me carga de dolor.
Puedo hacerme la fuerte,puedo lograr que mi boca rebose de
comentarios estúpidos,esconder en una triste mueca todas las lagrimas y reírme
del absoluto pero no puedo dejar de sangrar por dentro,de hacerme preguntas,de
torturarme con que hay de cierto y de falso en toda esta patada en la boca de
mi destino…